viernes, 11 de octubre de 2019

“CORAZONES A LA OBRA”




El proyecto del FIO me pareció muy inteligente”, Joaquín García Quintana, artista plástico matamorense, con más de 30 años en el quehacer artístico, hablando del proyecto del Festival Internacional de Otoño “Corazones a la obra”, en el cual el trabajo con alumnos de la Fundación Down de Matamoros.
El eje temático del FIO en este 2019, es la Inclusión y el programa “Corazones a la obra”, incluye a tres artistas: Jaime Garza salinas, Humberto Jiménez y Joaquín García Quintana, quienes trabajaron con asociaciones, Autismo un mundo contigo, Invidentes y Fundación Down, la idea fue que los alumnos de estas asociaciones pintaran y los artistas intervinieran las obras, a la par  hacer tres obras por asociación intervenida por el artista, la cual serán subastadas y lo que se recaude será para la institución.


Joaquín nos habló de este proyecto y su participación: El Proyecto con FIO me pareció muy inteligente, La Fundación Down, ya sabemos que atiende a niños con Síndrome Down, a mí me gustó mucho desde el principio, porque me pareció una manera de integración real con las artes y los niños Down me caen muy bien, porque son como artistas, ellos se divierten, son de mucho ambiente, son muy querendones, cantaban, se divertían más que un pintor, a mí me refrescaron y me di cuenta que hay que estar más contento”

“Pintaron muy bien y ahora lo que estoy haciendo es intervenir lo que ellos hicieron, con mi trabajo lineal y ya estamos por firmarlos”, comento mostrando las obras de gran formato, poco antes de que llegaran los chicos.
“Voy a firmar y ellos van a firmar estos cuadros, estas piezas de gran formato, son del tamaño de una hoja de triplay, se van a subastar y el dinero que se junte es para la Fundación Down”.
“Que padre experiencia, yo tengo una experiencia año con año con la Fundación Pasos de la Ciudad de México, que son niños con parálisis cerebral, ellos hacen unas manchas de colores en bastidores, yo las intervengo y se subastan; han participado gente cono Vicente Rojo y Gaby Macotela. Yo ya había tenido experiencias con fundaciones y no me había tocado una experiencia con Matamoros y que padre con la Fundación Down, me gustó mucho, aparte está en la misma calle donde vivo, en matamoros, fue muy divertido”.
Sobre las obras, dijo: “Están bellas porque ellos las hicieron, pero yo también participo, quien la compre se lleva una obra de los niños y mía, la emoción de ellos y la experiencia de Joaquín, 31 años en la plástica, no soy una promesa de la cultura en Tamaulipas, ya me toca representar a Tamaulipas en muchos lugares, ya expuse en el cervantino, estoy en un chorro de colecciones, me da mucho gusto que me hayan invitado, yo agradezco al FIO”.


Expreso estar muy contento de poder regresar lo que él tiene como artista, de trabajar con una fundación tan noble y un festival de esta categoría, donde ya ha participado en repetidas ocasiones.

viernes, 4 de octubre de 2019

Élmer Mendoza




Nació en Culiacán, Sinaloa, 6 de diciembre de 1949 es un escritor mexicano, representante de la llamada narcoliteratura. Dramaturgo y cuentista, es conocido ante todo por sus novelas negras. Algunas de ellas tienen como protagonista al detective Edgar El Zurdo Mendieta. 

Aunque nació en la ciudad de Culiacán en la Colonia Popular, lugar que estará normalmente presente en sus obras como Col Pop, "creció en el campo, al lado de su abuelo materno, trabajando, entre corridos y música norteña. Cuando regresó a la ciudad descubrió la música y la cultura del rock, y al mismo tiempo la lectura". 

Su vocación literaria irrumpió de pronto, cumplidos ya los 28 años, cuando se pasó una noche en vela escribiendo historias. "En la madrugada estaba eufórico. Decidió hacerse escritor, renunció a su trabajo como ingeniero y se mudó a México D. F. para estudiar literatura" en la Universidad Nacional Autónoma

Publicó su primer libro, la recopilación de cuentos Mucho que reconocer, en 1978, cuando ya rondaba los 30 años de edad. A este le siguieron cuatro más antes de que sacara, ya con 50, su primera novela, Un asesino solitario (1999). 

Federico Campbell sostiene que ya con ella Mendoza se convirtió no solo en “el primer narrador que recoge con acierto el efecto de la cultura del narcotráfico en nuestro país”, sino también en autor de una aguda y vivaz exploración lingüística de los bajos fondos mexicanos, convertidos en rigurosa materia literaria. 

La consagración internacional le llegó con Balas de plata, novela que obtuvo el Premio Tusquets 2007 y en la que aparece el detective Edgar Mendieta. El Zurdo Mendieta —funcionario de la policía mexicana, no demasiado inmune a las corruptelas que lo rodean, que además consume ansiolítico, es "un psicólogo intuitivo, como lo es todo detective que se precie: por eso sabe que los asesinos carecen de aptitud para la tristeza" y se guía por la consiga "Los culpables me encuentran¨. 

En esta novela hay un guiño metaliterario a Juan Rulfo: Pedro Páramo figura en ella (como también lo había hecho en Cóbraselo caro, publicada en 2005 y probablemente lo sea también el título a Ricardo Piglia y su novela policial Plata quemada. Por cierto, el mismo Élmer Mendoza Elmer aparece en La reina del sur como uno de los varios amigos que entre trago y trago en una cantina y con un corrido como música de fondo le da datos acerca del narcotráfico en México al narrador de la novela de Arturo Pérez-Reverte

Sobre la narcoliteratura dice: “Es una estética de la violencia que se está dando en el cine y la música, pero también en la ópera, la danza, las artes plásticas y el teatro. Es todo un movimiento, no es oportunismo. Es como descubrir una veta de metales: habrá quien saque las mejores pepitas y quienes solo rasquen. Me gusta la palabra narcoliteratura porque los que estamos comprometidos con este registro estético de novela social tenemos las pelotas para escribir sobre ello porque crecimos allí y sabemos de qué hablamos. 

Profesor de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es un incesante promotor de la lectura e instituciones culturales. 

Fue elegido miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua en la sesión plenaria del 11 de agosto de 2011 y se integró a ella el 26 de abril de 2012.

DIANA BELTRÁN RODRÍGUEZ




DIANA BELTRÁN RODRÍGUEZ
21 años



Diana nació en Querétaro el 17 de abril de 1998 con un cromosoma extra, esta condición se llama síndrome de Down.  Llegó a  una familia donde la recibieron con gran amor sus papás y sus dos hermanos, Federico y Diego. Desde los quince días de nacida, asistió a la terapia física Katona diariamente y a otros ejercicios de estimulación temprana. Gracias a estas actividades Diana caminó al año cuatro meses.

Continuó con la equinoterapia, clases de natación, alternando con terapia de lenguaje; se integró a escuelas regulares y así estuvo tres años en un maternal, luego fue a preescolar, luego primaria Montessori y posteriormente en otra escuela cursó nuevamente 5º y 6º de primaria que fue donde logró la lecto escritura. Después cursó los tres años de secundaria y cuenta con su certificado.



Hace cinco años ingresó a Gigis Playhouse, un centro de concientización sobre el síndrome de Down, donde asistía a algunos talleres sabatinos como lectura, lenguaje y baile, pero cuando salía, se quedaba viendo en el salón de las terapias a bebés y pedía que quería ir a dar masajes a los bebés pues siempre le han gustado mucho los bebés.

Entonces el Lic. Jacob Martínez, Fisioterapueta encargado de ese taller, accedió a enseñarle las técnicas del masaje para hipotonía. Y así es que hace más de dos años Diana va todos los lunes como voluntaria a dar masajes de estimulación a los bebés de días o meses de nacidos; ahora también es asistente en el taller de gateo y caminata, que es para los niños que iniciarán la marcha. También ayuda a las terapeutas en una clínica de terapias cognitivas para niños con discapacidad.

Hace más de cinco años que conoció a Helena Portela fotógrafa especializada en fotografía de bebés,  quien vio que a Diana le encantaban los bebés y la invitó a trabajar con ella como asistente en algunas sesiones. Así es como hasta la fecha han participado en varios eventos. Helena invitó a Diana al concurso nacional de “México en una Imagen” que organiza cada año la Asociación de Lo Hecho en México. Este año, en su segunda participación, Diana ganó el primer lugar en su categoría de Una Mirada Especial, (categoría para jóvenes con SD) con una fotografía de unas bugambilias. Fue un evento muy emocionante!! Pues este año participaron al menos 10,700 fotografías.


Diana es una artista completa, le gusta cantar, modelar y bailar. También forma parte del equipo de Cambiando Modelos, que es una asociación que busca incluir a las personas con discapacidad en los medios de comunicación y publicidad. Ahí, hace dos años Diana modeló en una pasarela incluyente en Intermoda, Guadalajara con la colección de Isabella Springmuhl, chica guatemalteca que es diseñadora de modas y también tiene síndrome de Down.

El pasado mes de febrero, la invitaron a un casting para otra pasarela incluyente organizada por la Universidad Anáhuac  y participó en la ciudad de México.


Toma clases de baile flamenco y jazz,  en especial el flamenco se le da de manera natural y lo disfruta mucho, le encanta subir a bailar el Fin de Fiesta en los tablaos flamencos.

Es una persona responsable y comprometida en todo lo que hace, transmite alegría, amor y mucha paz; esa buena energía la regala a los bebés a través de sus manos, con los masajes cargados de amor que les da. Porque además existe una gran conexión y comunicación de ella con los bebés, hay una gran empatía entre ellos.

Ha contagiado a su familia y amistades de esa energía pura y del amor que transmite, todos quienes la conocen saben que ella es inspiración y ejemplo de que todo se puede cuando se quiere de verdad.


Diana es una chica entusiasta y talentosa que se caracteriza por su frase:
“Haz todo con amor”  
y ha demostrado que los límites no existen cuando se hacen las cosas con el corazón.  


GRACIAS.

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