Lo que alguna vez fue una historia de disciplina, talento y orgullo deportivo hoy se ha transformado en uno de los casos más inquietantes del crimen internacional. Ryan Wedding, quien representó a Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 en la disciplina de snowboarding, es ahora señalado por autoridades estadounidenses como uno de los fugitivos más peligrosos del mundo.
La Embajada de Estados Unidos lanzó un llamado público para localizarlo y ofrece hasta 15 millones de dólares a quien proporcione información que conduzca a su captura. El mensaje es claro: cualquier dato puede ser clave. “Hay una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que lleve a su captura. Su denuncia puede marcar la diferencia”, señaló la representación diplomática, reiterando el número de contacto 55 25 79 20 00.
Según la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, Wedding pasó de ser un atleta olímpico a convertirse en líder de una organización criminal transnacional, considerada hoy como el mayor proveedor de cocaína en Canadá. Las investigaciones lo vinculan directamente con el Cártel de Sinaloa, con el que habría establecido alianzas para el traslado de droga desde Colombia, atravesando México y California, hasta abastecer mercados en Estados Unidos y Canadá.
Un pasado de gloria, un presente marcado por la violencia
Tras su retiro del deporte de alto rendimiento, la vida de Wedding tomó un rumbo radicalmente distinto. De acuerdo con las autoridades estadounidenses, supervisaba envíos masivos de droga —decenas de toneladas al año— y el lavado de millones de dólares. Su red, descrita como altamente violenta, incluso estaría implicada en el asesinato de un testigo en Colombia que se preparaba para declarar en su contra.
La magnitud del caso llevó al FBI a incluirlo, desde marzo de 2025, en su lista de los diez fugitivos más buscados, elevando la alerta internacional sobre su paradero.
Operación internacional para cerrarle el paso
El cerco sobre Wedding se ha ido cerrando. Bajo la operación judicial denominada “Operation Giant Slalom”, autoridades de Estados Unidos, Canadá y otros países lograron la detención de varios integrantes de su red, incluidos abogados y presuntos operadores financieros.
Además, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones para congelar bienes y bloquear cualquier fuente de financiamiento ligada a su organización. Las autoridades advierten que se trata de un individuo altamente peligroso, con capacidad para modificar su apariencia y evadir a la justicia, por lo que insisten en que la ciudadanía no debe intentar capturarlo, sino limitarse a brindar información por los canales oficiales.
La historia de Ryan Wedding es un recordatorio crudo de cómo una trayectoria marcada por la gloria puede derivar en una caída profunda. Hoy, su nombre no está asociado a medallas ni competencias, sino a una de las búsquedas criminales más intensas del mundo.
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